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Para migrar de la facturación en papel a la electrónica, hay que tener claras las necesidades de cada empresa, pero, sobre todo, “perderle el miedo”, aseguró Norma Treviño, gerente general de la empresa Potencia Fluida.
La adopción de los comprobantes digitales tiene un aspecto principalmente cultural, ya que muchos clientes quieren seguir viendo su papel; sin embargo, la expresión “envíeme mi factura” cada vez se escucha más entre los clientes, explicó la directivo al compartir sus experiencias de implementación.
“Hay muchas personas que ya piden a la empresa el envío de su documento vía correo electrónico”, lo que impulsa a las empresas a subirse a las plataformas tecnológicas, dijo.
Durante el Foro Factura Electrónica, organizado por El Economista en la ciudad de Querétaro, en el que también participó Beatriz Lozano, directora de Administración y Finanzas de Industrias KI de México, se expusieron las diferentes experiencias de implementación.
Tener claro a qué te dedicas, qué necesitas y cuáles son tus movimientos, son los aspectos que un empresa debe identificar y debe hacer saber a su proveedor de soluciones tecnológicas para que elabore un “traje a la medida”, concluyeron las panelistas.
“Antes tenías un cuarto de archivo muerto donde mucha gente podrá tener acceso a los documentos. Ahora se maneja a través de contraseñas y es más seguro. Es mejor que en un cuarto con llave”, compartió la representante de Industrias KI.
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Ilse Santa Rita