Menos duplicidad en banca de desarrollo

Gobierno debe aprovechar su apalancamiento para aumentar créditos hacia las mipymes

El Gobierno federal anunció el martes una nueva meta del nivel de crédito para 2013 por parte de la banca de desarrollo, por un monto de un millón de millones de pesos.

Durante el evento “La Banca de Desarrollo: Avances y Perspectivas”, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que a pesar de estar aún en revisión la reforma financiera, los objetivos planteados para este año deberán alcanzarse cabalmente, tal y como son: el no competir con la banca comercial y ampliar su cobertura para fomentar la inclusión financiera, poniendo al alcance de la mayor parte de la población el financiamiento que por medios tradicionales no pueden obtener.

En este segmento se encuentran las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes); los exportadores de baja escala, los agroindustriales y los productores agropecuarios, entre otros.

Sin embargo, pese a las buenas intenciones en el discurso es importante recordar que la banca de desarrollo tiene muchos más retos que los fijados por el gobierno federal.

Uno de estos desafíos es aprovechar la capacidad de apalancamiento que tiene la banca de desarrollo, sobre todo para favorecer a las empresas medianas que tienen la posibilidad de generar proyectos innovadores y mucho mejores empleos.

De igual forma, por años se ha observado la duplicidad de funciones y tipos de crédito o garantías en las distintas instituciones gubernamentales de este perfil; además de los altos costos de operación que se han visto administración tras administración.

Hoy, una serie de soluciones tecnológicas y una mejor capacitación, acabarían con las numerosas ventanillas, permitirían una operación eficiente y una reducción considerable de gastos operativos.

De la mano de lo anterior, también valdría la pena analizar producto por producto para hacer una oferta mucho más congruente, fácil de difundir y otorgar. Tener tan dispersa la ayuda o programas, encarece los apoyos y dificulta su obtención.

Habrá también que desregular y facilitar el acceso de estos recursos a los empresarios que verdaderamente no tienen otra opción, por no ser sujetos de crédito ante la banca comercial, sobre todo porque hemos visto en el pasado grandes intervenciones por parte del gobierno federal cuando se trata de corporativos o cadenas de autoservicio.

Mejores regiones

El crecimiento regional dependerá también mucho de qué tan buen papel realice en los próximos años la banca de desarrollo, sobre todo ahora que la Secretaría de Economía (SE), a través del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) está buscando detonar con mayor fuerza las vocaciones de cada estado o lugar.

Esto sólo se logrará con un enfoque integral y productos específicos por industrias, mismos que se deberán realizar en conjunto con los estados y municipios.

Entonces, cada banco de desarrollo deberá encontrar su vocación y hacia qué sectores dirigirse, fortaleciendo su capital, haciendo un uso eficiente de sus recursos presupuestales y generando economías de escala.

Esto, sin duda, se alcanzará si el gobierno también decide implantar al interior de su banca de desarrollo un gobierno corporativo que aumente la eficacia y eficiencia de estos organismos financieros, mejorando la rendición de cuentas y la transparencia.

carmen.castellanos@eleconomista.mx

Twitter: @chucastellanos

CRÉDITO: 

Carmen Castellanos

Gobierno debe aprovechar su apalancamiento para aumentar créditos hacia las mipymes

El Gobierno federal anunció el martes una nueva meta del nivel de crédito para 2013 por parte de la banca de desarrollo, por un monto de un millón de millones de pesos.

Durante el evento “La Banca de Desarrollo: Avances y Perspectivas”, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que a pesar de estar aún en revisión la reforma financiera, los objetivos planteados para este año deberán alcanzarse cabalmente, tal y como son: el no competir con la banca comercial y ampliar su cobertura para fomentar la inclusión financiera, poniendo al alcance de la mayor parte de la población el financiamiento que por medios tradicionales no pueden obtener.

En este segmento se encuentran las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes); los exportadores de baja escala, los agroindustriales y los productores agropecuarios, entre otros.

Sin embargo, pese a las buenas intenciones en el discurso es importante recordar que la banca de desarrollo tiene muchos más retos que los fijados por el gobierno federal.

Uno de estos desafíos es aprovechar la capacidad de apalancamiento que tiene la banca de desarrollo, sobre todo para favorecer a las empresas medianas que tienen la posibilidad de generar proyectos innovadores y mucho mejores empleos.

De igual forma, por años se ha observado la duplicidad de funciones y tipos de crédito o garantías en las distintas instituciones gubernamentales de este perfil; además de los altos costos de operación que se han visto administración tras administración.

Hoy, una serie de soluciones tecnológicas y una mejor capacitación, acabarían con las numerosas ventanillas, permitirían una operación eficiente y una reducción considerable de gastos operativos.

De la mano de lo anterior, también valdría la pena analizar producto por producto para hacer una oferta mucho más congruente, fácil de difundir y otorgar. Tener tan dispersa la ayuda o programas, encarece los apoyos y dificulta su obtención.

Habrá también que desregular y facilitar el acceso de estos recursos a los empresarios que verdaderamente no tienen otra opción, por no ser sujetos de crédito ante la banca comercial, sobre todo porque hemos visto en el pasado grandes intervenciones por parte del gobierno federal cuando se trata de corporativos o cadenas de autoservicio.

Mejores regiones

El crecimiento regional dependerá también mucho de qué tan buen papel realice en los próximos años la banca de desarrollo, sobre todo ahora que la Secretaría de Economía (SE), a través del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) está buscando detonar con mayor fuerza las vocaciones de cada estado o lugar.

Esto sólo se logrará con un enfoque integral y productos específicos por industrias, mismos que se deberán realizar en conjunto con los estados y municipios.

Entonces, cada banco de desarrollo deberá encontrar su vocación y hacia qué sectores dirigirse, fortaleciendo su capital, haciendo un uso eficiente de sus recursos presupuestales y generando economías de escala.

Esto, sin duda, se alcanzará si el gobierno también decide implantar al interior de su banca de desarrollo un gobierno corporativo que aumente la eficacia y eficiencia de estos organismos financieros, mejorando la rendición de cuentas y la transparencia.

carmen.castellanos@eleconomista.mx

Twitter: @chucastellanos

CRÉDITO: 

Carmen Castellanos